Actualmente, el delivery es una herramienta utilizada por la mayoría de la población. Aecoc tiene analizado que el 72% de los consumidores pide comida a casa en un restaurante específico o mediante una plataforma.
En este sentido, las tecnologías aplicadas al sector hostelero proporcionan un gran número de beneficios, entre los que se encuentra la reducción de la pérdida de un 95% de los pedidos si se incorpora un integrador en el servicio de delivery, según datos de Last.app. Precisamente, el uso de un software, que agrupa todos los pedidos en un solo dispositivo y una sola impresora, incrementa la eficiencia. Francisco Gea, director de Marketing de Last.app, afirma que de esta forma los restaurantes facilitan la gestión de su canal delivery, asegurando que todos los pedidos que entren, lleguen con orden y se evite cualquier pérdida o confusión.
El slow delivery
En este escenario, el slow delivery cada vez tiene más presencia. Se basa en la programación de los pedidos para que los trabajadores tengan tiempo y puedan organizarse. Concretamente, se tienen en cuenta tanto la sostenibilidad como los gastos. En este caso, la sostenibilidad es una preocupación que aumenta entre los clientes online, según expone eI Estudio Veepee-IESE sobre el futuro del e-commerce en España.
Entre las ventajas de esta solución, Last.app identifica el aumento de la fortaleza de la marca, el incremento de los pedidos (también de clientes y, por tanto, de la rentabilidad), la reducción de gastos y un mejor control de las operaciones. Todas ellas cuestiones a las que ningún proveedor renunciaría.

